DESDE SUS INICIOS como artista, Raquel Villarreal ha cumplido con la responsabilidad de establecer un diálogo con el espectador.
Sus primeros dibujos minuciosos, precisos y delicados, transmiten un ambiente refinado; una atmósfera intimista y poética, que nos hace reflexionar sobre temas de la vida cotidiana.
Esta mirada introspectiva, está presente en las creaciones de estos últimos años, la misma idea, el eterno femenino, presentada bajo un nuevo lenguaje gráfico, más espontáneo, más atrevido.
Se mira y mira a los demás. Con fino bisturí, descarna las relaciones de los unos con los otros, las relaciones de poder, y las comunica, algunas veces de manera cáustica y otras mediante un fino sentido del humor crítico y liberador.
La línea envuelve las formas fuertemente simplificadas, los contornos son fluidos, los cuerpos sin relieve. Exagera las proporciones de las siluetas, descubre efectos de escorzos firmemente asentados en la realidad material y que se adaptan y ocupan todo el papel. La lectura es clara y la concepción impresiona a primera vista por el carácter expresionista de las figuras, impregnadas mágicamente de secreto y amenaza.
Esta adopción de motivos coincide formal y espiritualmente con el temperamento decidido de la madurez, de la artista. Experiencia visual, conquistada con disciplina, rigor y el enfrentamiento constante con su historia personal, que delata su procedencia de esos dominios subterráneos que se ocultan tras el cotidiano.
Elizabeth Barquero S.
Historiadora del Arte, Ex Directora del Museo de Arte Costarricense
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